Estas cosas duelen pero solo serán terrorismo si dejamos que hagan eso: infundir terror.
Sé que no hay punto de comparación entre soltar granadas en medio de una multitud y que solo escuches que hubo balaceras entre polis y narcos. Pero después de meses de recibir mail, mensajes en Facebook, en celular; aprendí justo lo que es el miedo colectivo.
Desde enero de 2007 en La Laguna empezaron los levantotes y asesinato un ex candidato al senado y un jefe de la policía inauguraron la lista. Luego vinieron los videos en YouTube, con revelaciones de colusión entre autoridades y bandas del narco. Después aparecían cuerpos despedazados en bolsas de plástico con mensajes, se registraron balaceras, cabezas en los parques y plazuelas (en las que en mi adolescencia echaba novio), hubo granadas en las cedes de la policía, atentado contra el cacique local… Y los medios dejaron de pasar las noticias.
Entonces empezaron los rumores: que catearon tal lugar, que no vayas a tal bar porque los Zetas va a atacar, que desapareció tal personaje conocido, que fulanos están amenazados. Y sin más un día llego el ejercito, bloquearon por horas los puentes de Torreón a Gómez Palacio, hubo retenes, detuvieron a policías.
Sí se organizo una marcha por la paz, pero los rumores, los mensajes y el Internet no pararon. En las conversaciones con amigos y familiares se notaba: que ya no salimos después de tales horas, que ir a Gómez Palacio es muy peligroso, que Lerdo ya no es lo que era, que dicen que anoche hubo balazos,… El miedo!!!.
Y eso que se percibe, se huele, se siente es peor…
Sé que no hay punto de comparación entre soltar granadas en medio de una multitud y que solo escuches que hubo balaceras entre polis y narcos. Pero después de meses de recibir mail, mensajes en Facebook, en celular; aprendí justo lo que es el miedo colectivo.
Desde enero de 2007 en La Laguna empezaron los levantotes y asesinato un ex candidato al senado y un jefe de la policía inauguraron la lista. Luego vinieron los videos en YouTube, con revelaciones de colusión entre autoridades y bandas del narco. Después aparecían cuerpos despedazados en bolsas de plástico con mensajes, se registraron balaceras, cabezas en los parques y plazuelas (en las que en mi adolescencia echaba novio), hubo granadas en las cedes de la policía, atentado contra el cacique local… Y los medios dejaron de pasar las noticias.
Entonces empezaron los rumores: que catearon tal lugar, que no vayas a tal bar porque los Zetas va a atacar, que desapareció tal personaje conocido, que fulanos están amenazados. Y sin más un día llego el ejercito, bloquearon por horas los puentes de Torreón a Gómez Palacio, hubo retenes, detuvieron a policías.
Sí se organizo una marcha por la paz, pero los rumores, los mensajes y el Internet no pararon. En las conversaciones con amigos y familiares se notaba: que ya no salimos después de tales horas, que ir a Gómez Palacio es muy peligroso, que Lerdo ya no es lo que era, que dicen que anoche hubo balazos,… El miedo!!!.
Y eso que se percibe, se huele, se siente es peor…