sábado, 18 de agosto de 2007

Puntos

El que sigue es un cuento escrito por José Victor Nuñez Nalda, conocido en el seno familiar como “pepito va a llover” quien se encuentra en Paris haciendo un doctorado y a quien extraño como loca……. primito el mas querido.

Eranse que se eran tres pequeños puntos.
El primero, que se suponia ser un punto final, estaba enamorado de la palabra que lo precedia. De hecho, se la pasaba la mayor parte del tiempo viendo hacia su izquierda. Estaba embelezado en particular con la figura espigada y altanera de la t. Era la letra mas proxima a el. La barrita horizontal de la t le servia de sombra antes de las 12 del medio dia. A este primer punto, que se suponia ser un punto final, no le gustaba el sol, que en mundo de la letras sale tambien por el occidente, o izquierda -con el norte arriba y el sur abajo, cerca de la raiz.

A veces, el primer punto, que se suponia ser un punto final, se escabullia a la izquierda de su amada t cuando habia lluvia del oriente, pero siempre verificaba antes que ningun par de ojos distraidos se percataran de este inusual movimiento en lo que se suponia estatico para siempre: la tinta sobre la pagina que constituye obviamente el universo de esta historia. La inusual posicion le atemorizaba porke miraba una u que siempre le causo desconfianza. De cualquier forma, la presencia de su t a la derecha lo facinaba y reconfortaba, diminuyendo asi el malestar provocado por la u.

Una sola vez el primero de los tres puntos, que se suponia ser un punto final, se aventuro a escabullirsa a la izquierda de la u. Cuando le platico a su buen amigo el punto de enmedio lo ke alli encontro, el segundo punto no se lo pudo creer.

Le dijo que estaba loko y ke ademas la tinta esta fija en el papel, que asi era y asi iba a ser. De hecho nunca le habia creido que alguna vez habia pasado a la izquierda de la t para protejerse de la lluvia del este. Le confeso ademas que escuchaba sus historias por mera amistad, y que para el lo que su amigo llamaba una "t" no existia tampoco. Le explico que todo lo que el conocia, eran puntos como el. A su izquierda y a su derecha.

Un poco desconsolado y antes de aburrirse totalmente, el primer punto, que se suponia ser un punto final, escucho durante horas el discurso del punto del medio acerca de alguna tal ley de inferencia que decia que si él, desde que tenia memoria, habia a visto a su izquierda y a su derecha solo puntos, eso era todo lo que debia de existir en la pagina, a la que definio como un universo constituido de papel y tinta etc. etc. etc.

El tercer punto era un soñador. Creia en las historias disparatadas que el punto del medio le contaba hacerca de los desvarios del primer punto, que se suponia ser un punto final. Estos cuentos, acerca de unas cosas llamadas letras, del amor por una t y la extraña sensacion hacerca de la u, facinaban al tercer punto.

Este punto -el tercero- esperaba, esperaba y esperaba. Imaginaba lo que podria ser la aparicion de una letra, como podria ser? que se senitria?, se enamoraria tambien de ella?.

De hecho el tercer punto tenia sueños raros, solo que nunca los platicaba al punto de enmedio. Uno de sus sueños mas recurrentes era hacerca de una pagina opuesta a la que el y sus dos amigos conocian. Esta otra pagina de sus sueños se le revelaba como un "verso". El verso de la pagina. Recordo tambien vagamente que el camino hacia este "verso", empezaria con la aparicion de la letra que el imaginaba, que llegaria del oriente.

Y el tercer punto, el soñador, esperaba, y espera y esperaba. Pacientemente esperaba.

lunes, 13 de agosto de 2007

Corre el tiempo de los confundidos!!!!!

De los adulterios imaginarios, de los free´s y los infiernos de celos, dependencias, miedos, inseguridades, sexo, suicidios de ilusiones y asesinatos de príncipes azules.

Es la época de los ex amores hechos amigos confidentes y los confidentes hechos amantes.

Es el tiempo de los “compañeros and true love´s”…..

¡Que pobres adultos somos!

domingo, 5 de agosto de 2007

La llamada

Ese nombre parece el único en el directorio del celular. La angustia viaja de una neurona inquieta rebotando por todo el cerebro ocasionando que los ojos se le pongan más rojos y una pestaña caiga. Eléctrica, baja por las venas hasta el corazón donde revienta el ansia que desemboca en el pulgar derecho que busca en los botones el send. Tanto desgaste inútil, se da cuenta que una noche anterior la borró de su lista de contactos.

Tomó la decisión para que precisamente en esos arranques de necesidad por ella no pudiera llamarla. Un auto sabotaje, una trampa, se dijo cuado ya solo se oía ladrar a los perros abandonados de la vecina loca y mientras en el otro cuarto dormía su mujer.

Ahora solo le queda seguir caminando hasta el andén del metro, que mas da que no haya señal. ¿Era 55 25 32 ó 55 32 25?. ¡Pinche Vieja! Se repite mientras llega el vagón lleno.

Si sus pensamientos pudieran desplegarse en una pantalla se leería:

- A ver si llego a tiempo
- Ella
- Tengo mucho trabajo atrasado
- Su falda, sus piernas
- Ojala que ya me hayan respondido los de vivienda
- Sus labios moviéndose mientras un reproche más salía de ellos
- Debo dejar de pensarla y ponerme a trabajar
- Mi mujer es mi cable en la tierra, me necesita
- Ella
- Ella
- Ella

Esto no se trata de infidelidad o de moral, ni siquiera de inteligencia o admiración. Es una vulgar obsesión, es poder. Poseer.

sábado, 4 de agosto de 2007

Las muñecas son las chingonas

Dice mi carta astral que por los ascendentes y descententes yo me siento orgullosa de ser mujer. No se si tenga que ver con Venus o con la hora en que nací pero es absolutamente cierto: Agradezco a Dios o a las X y las Y que me nacieron mujer.

Siendo precisa me siento orgullosa de serlo hoy y ahora; en este cambio de siglo y rodeada de estas tantas mujeres que me sorprenden, me duelen, me regañan, me cobijan, me acompañan.

Y no es que desprecie a los hombres, ¡Dios me libre de semejante herejía!


Verónica es música. Todo el tiempo y todo tipo de música, la que se escucha tirada en un sillón y te viaja, la que se baila, la de concierto. Lo mismo un vals que un corrido. Su pentagrama empieza siempre con una calve de sol como el que extraña, del que se siente orgullosa y presume a los pobres chilangos que sudan con calores de 28 grados.

El gusano de oído la hace cantar igual a los Tigres del Norte que a Leo Dan, Miguel Bose, Cerati o Lupe Dalessio; trararear a Miles Davis o a Junaga.

Es tanto el ruido que hace que a veces ni ella se escucha. Por eso cuando ama es apenas una tonadita tímida, como un murmullo que no puede ser grito.

Es una mujer de la que cualquier hombre se podría enamorar, me dijo un amigo que termino enamorándose de ella.

Vero es la seguridad de que detrás de la ultima nota vendrá una mas siempre. Podría decir que es música y desierto; algo así como cardenche, único, bello y raro; pero no se si eso le hace justicia.


Jazmín es tormenta. De lluvia, de tierra como buena lagunera y de viento. Es una fuerza sobre natura, sobre Jazmín diría yo.

A su paso igual levanta los “ánimos” de los hombres que el polvo de las envidias y ¡Nadie queda a salvo, no se puede!.

Como toda buena tormenta, Jaz desata pasiones, siempre hay los que la ven y se sienten arrollados o los agradecidos campesinos que reviven con su lluvia.

Por eso esta de pie aun en los momentos en los que otros nos caemos.

Su fuerza es tal que no sé si realmente arrasa con todo a su paso o si todo lo que se topa se adhiere a ella por la fuerza centrifuga que el imán de su corazón genera.

Así me la imagino yendo por ahí como un torbellino al que se le pegan todos además siempre va salpicando ocurrencias como ráfagas descontroladas y nos deja despeinados, atónitos; a veces divertidos y otras preocupados.

Por todo eso cuando ama salen vientos por todos lados, nubes que algunas veces están cargadas de lluvia acida y que acaban mojándola a ella y al que esta al lado.

Yo soy viento y palabras. Muchas palabras, unas tras otras atropellándose como si tuvieran prisa de salir de mí. Me hago la ilusión de que son ideas, teorías, razones, sentimientos… verdades; pero pobres son apenas unas letras tratando de ordenarse.

Generalmente esas palabras son gritos, dicen mis primos a los que tanto quiero que tengo descompuesto el botón del volumen. Será ¿porque hay algo adentro que quiero oír?.

Quiero que suenen justas, solidarias, maduras; porque desde que empecé a escuchar flotaban en el aire: brigadas, proletariado, charros, manifiesto, amor, amistad, compañeros.

Por eso cuando callo, es como morir un poco. Y cuando me enamoro las palabras se me amontonan, me aturden tanto que no me dejan sentir. Y supongo que me ven y piensan: mira pobrecilla.

Soy viento. Con brisa de mar, con polvo de desierto o con bióxido de carbono ahora. Viento de carretera que despeina a su paso. El mismo que quiere atrapar al colibrí, pequeño guerrero sensual que cada noche debe morir para seguir viviendo...

Un viento violento que escupe palabras, como estas….

Las quiero.

martes, 5 de junio de 2007

Don Beto

Se nos fue antes del Centenario de la Revolución

Los ventarrones que soplan en el desierto hoy decidieron levantar algo mas que la tierra suelta. De un soplo hicieron volar el aura de Don Beto Antunez. Una ráfaga mañanera lo desprendió de su Hacienda que ya tiene un nuevo fantasma en su haber, parece que lo oigo decir: ¡ Mejor así muñeca antes de que el mendigo aire este caliente !

Se nos fue antes del centenario de la Revolución me dijo mi Papá en cuanto le di la noticia.

Creo que Don Beto contaba que de niño vio una vez al mismísimo Francisco Villa, “Mi general, el gran centauro del norte” así se refería a él, y digo creo porque mi memoria es malísima no como la de Don Beto que contaba con lujo de detalle sus anécdotas y recitaba poesía algunas casi sin leer.

También contaba como allí en la Hacienda La Loma, Durango se creo la División del Norte con Pancho Villa al frente y planeo la toma de Torreón o hablaba de la noche que Benito Juárez durmió en la Hacienda a su paso hacia la frontera cuando cargaba con la Republica y sus archivos.

De pronto me preocupo por los cuadernos que llenó con los mensajes de los visitantes que hablan sí de la belleza de la vieja construcción, pero sobre todo de él mismo. No recuerdo alguno en que no se le dieran las gracias por mantener abierto el lugar, por su hospitalidad, por sus relatos ¿Qué va a pasar con ellos, quien se los va a guardar?. Creo que nuestros nombres deben aparecer muchas veces.

¿Que va a pasar con sus discos y con sus cassetes, los que hacia sonar para toda La Loma desde la azotea de la hacienda? ¿A quien le van a llevar los campesinos las balas viejas y cacharros que se encuentran mientras aran los campos? ¿Quién va a autorizar las fiestas en la bodega? ¿Quién va a saludar a todo el pueblo con el sonoro “AS”?

Nadie nos va a recibir con la camisa a remangada diciéndonos “las muñecas son las mas chingonas” y mandando por un cubeta llena de caguamas a un niño del pueblo.

Se nos fue Don Beto, como se fueron al aire los programas que hacíamos en vivo, desde lo que alguna vez fue el comedor y con un viejo micrófono. Él nos escuchaba a la puerta de la hacienda mientras leíamos cuentos, poesía y poníamos música. Solo nos acercaba los anuncios que la gente le llevaba: la mejor carnicería, el menudo en caso de Doña Eva o la reunión del comisariado ejidal; que cobrábamos a 5 o 10 pesos para que Don Beto tuviera para los focos o para pagar a quienes iban a barrer y regar. Aunque la verdad siempre lo puso de su bolsa.

Don Beto, ya no vamos a necesitar sus cobijas para las estancias improvisadas y ya no nos va a dar miedo dormir en la Hacienda, porque que la próxima vez que vallamos lo vamos a buscar por todos los rincones para que nos preste las llaves de la bodega, para presentarle a algún amigo al que le hemos hablado de usted, para sentarnos a ver pasar a la gente tomándonos una coca como si nada pasara, como si su muerte no pasara. Solo para oírlo decirnos una vez mas muñecas y a mi Citlali.

5 de Junio de 2007

jueves, 3 de mayo de 2007

ABORTO: CUARTO OSCURO

El aborto es un cuarto oscuro lleno de telarañas al que entras a tientas y al salir cierras la puerta y te comes la llave para no volver a verlo jamás.

Al menos así lo piensa Abril, que a los 20 años se sometió a un proceso de succión para interrumpir un embarazo de poco mas de dos meses. Fue cuando recién empezaba una exitosa carrera en las artes visuales. En ese tiempo tomaba unas pastillas anticonceptivas que sin receta había comprado. Una prueba casera confirmo el embarazo pero no lo creía y para no tener dudas se hizo un examen de sangre:

"Estábamos usando condón y llevábamos una relación de dos años, luego estábamos usando pastilla y alguna falla, digo anticonceptivos estábamos usando. Acabamos de salir de la universidad los dos. Yo no quería tener un niño pero mucho menos, mucho menos traer un niño que no quería eso es lo mas importante creo que me llevo a tomar esa decisión. Sí sientes cuando debería de; y yo no me sentía alegre por querer tener un niño"

Las palabras de su madre se le vinieron encima. También se había embarazado muy joven y contaba que iba feliz presumiendo su panza por la universidad mientras terminaba su carrera. La mamá de Abril fue madre soltera porque su padre nunca se hizo cargo, una historia que podría repetirse:

"Los hombres se desvanecen en el momento, obviamente hubo una separación claramente la relación ya no era la misma. Tome la decisión, se la plantee y el acepto. ¿intento convencerte para que no? No. La verdad me apoyo en todo, todo el tiempo. Obviamente después de eso la relación se desmorono"

Y allí comenzó a caminar por un terreno desconocido. Se lo contó a un par de primas que ya habían pasado por lo mismo y a una amiga. De voz en voz consiguió los datos de cuatro doctores, sabía que no quería caer con una curandera. 5 mil pesos costo el aborto. Abril y su novio consiguieron prestado, gastaron sus ahorros; tuvieron dudas:

"No tenía una idea de cuales eran los métodos, es como si abres una cortina y adentro esta un cuarto oscuro y no sabes lo que estas palpando. Ya cuando atravesaste la cortina negra te das cuenta que allí adentro es un desastre porque precisamente es todo tan submundo, porque todo esta tan lleno de telarañas tan tapado. A mi de repente el doctor me dijo va ser succión y es lo mejor que hay y lo mas seguro y pues yo accedí. El conocimiento que tengo al respecto de lo que me hicieron es nulo, ósea, yo creo que el 20 por ciento de lo que sé es lo que me dijo el doctor y después te cierras, te bloqueas y no quieres saber nada"

Solo dos veces estuvo en el consultorio, por cierto situado en una colonia residencial. En la primera el doctor le cuestiono si realmente quería hacerse un aborto. Y le dijo que no estaba de acuerdo pero que prefería hacerlo y sentirse tranquilo porque su paciente no correría riesgos

Tres días después llego a las 11 de mañana acompañada de su novio. Se puso una bata entro a la sala de operaciones y estuvo allí media hora, sin anestesia sintió cada paso que el doctor daba pero mucho se ha borrado de su memoria:

"Recuerdo escenas, lo que mas recuerdo es la mirada de la enfermera era una señora ya grande. Culpabilidad, como de no deberías de estar haciendo esto, acusadora"

Después del aborto, estuvo en observación otra hora y media. En ese tiempo lloro junto con su novio y luego le dieron las indicaciones: Regresar en una semana para una revisión y acudir de inmediato con el mismo médico si tenia sangrado. No asustarse, no ir a otra clínica porque podía ser peor:

"Viene la salida, que no es nada fácil, ósea cuando sales de allí todo, todo el peso de la sociedad, de tu educación, de ti misma que es lo mas importante recae no; y ahí es donde sales devastada y te sientes mal porque no hiciste algo que estaba el 50 por ciento bien. Pero finalmente llega un momento en que dices: ya lo hice. Y si te pasa tu vida completa y también tu futuro como debió ser y lo luego te pasa tu futuro como pudo haber sido si lo hubiera tenido. No había otra salida y ahora asúmelo. No regrese ósea y jamás regresare a ese lugar"

A sus 30, Abril dice que no se ve con un hijo de 10 años. Después de aquel noviazgo ha tenido otras relaciones, pero a nadie le ha contado, salvo a los que se enteraron en ese momento:

"Es algo muy difícil pero no me arrepiento de haberlo hecho, creo que esto es algo que me voy a llevar, lo guardas en una caja le cierras y te comes la llave"

En su modo de ver las cosas de cualquier forma ella salía perdiendo. Ahora dice que no usa anticonceptivos si no que se pone prácticamente una armadura: dispositivo intrauterino, condón, espermatizida. Y después de haber ido con otro ginecólogo que le confirmo su fertilidad quiere un día tener un hijo:

"Cuando te enfrentas al aborto no eres una villana y mucho menos una persona mala son situaciones. Y las situaciones y los destinos son distintos entonces cuando tu llegas a tomar esa decisión solamente tú, cada persona que se haya realizado un aborto sabe en ese momento porque lo hizo porque llego hasta allí. Tiene que haber una ayuda psicológica para después de… porque entonces te queda lo que a mi superarlo tu sola y no contarle a nadie"

EL VERDUGO

22 de febrero de 2007

Ya paso mas de una hora y todavía me duele la cabeza, no se si por el golpe emocional o por el olor a tinner o no se que cosa que salía de su boca, de los poros de su cuerpo mezclado con sudor y el inconfundible hedor a axila.

Platique con él por mas de 40 minutos nunca me vio a la cara, ocasionalmente al voltear pasaba sus ojos, de cualquier manera no se si me va a recordar. “El verdugo” le dicen y ayer durmió en La bomba con otros tres, se acaba de meter activo, un pegamento para tubos de pvc (los de cañería) que compra a 20 o 30 pesos en una tlapalería donde ya lo conocen.

Le pregunte que cómo se sentía y se quejo del ojo porque le cayo polvo del trapo que usa para limpiar los carros en un crucero. Aseguro que solo se tomo unas chelas.

El verdugo me contó parte de su vida. Allí en una esquina mientras pasaban los carros y los microbuses, me confeso que una noche se metió 5 grapas de coca, pero que ya lo dejo porque si el activo lo apendeja, la coca mas. Y es cara.

No puedo decir que su cara se desencajo o que cambio, porque desde que lo vi estuvo igual, pero agacho aun mas la cabeza y la movió cuando le pregunte por su papa. ¿se murió? Movio la cabeza; ¿los dejó? Movio la cabeza. Cuando ya no iba a insistir en el tema me dijo que estaba en el reclusorio oriente porque su mamá lo denuncio por violar a sus hermanas.

Antes de que empezara a bostezar me contó también que un tiempo estuvo casado y que murió su hija porque nació prematura. Luego su chava lo dejo por otro “que es peor” porque ese sí se mete coca y piedra. También me dijo que lo atropellaron en un crucero y “esta malo” de una pierna por eso ya no puede trabajar como albañil.

¿Has pensado rehabilitarte? No pues es que “eso sale de aquí y de aquí” y se señalo el corazón y la cabeza.

Para El Verdugo ser homosexual es un trabajo que debe respetarse como limpiar los parabrisas, pero dice que de eso no ha trabajado.

Mientras él hablaba no podía evitar hacerme las imágenes de su vida y también me sentí drogada. Ese sentimiento de flotar, de querer huir, de sufrir suavecito casi inconcientemente se transmite con solo platicar con El Verdugo, quizás por eso la gente no habla con él.

¿Cómo te pueden ayudar? Así como ahorita, como tu, hablando. Ayuda física y psicológica me dijo. Y quise abrazarlo pero no pude.

Me despedí de El Verdugo y del Negro, que dice que tiene 6 meses sin meterse nada. Hubo un tiempo que el Negro vendía grapas y estaba endeudado con su diller tanto que lo golpearon por no pagar. Ahora vende ramos de rosas en el crucero y me regalo un danette de chocolate.

En el camino hasta este teclado, conteste e hice llamadas, me reporte con mi jefe y pensé en como hacer mi nota. En que una nota no es suficiente. ¿Por qué no tengo talento literario, chingado?

Pensé en otras entrevistas y en que no voy a cambiarle la esponja a mi micrófono, haber si conserva el aliento de El Verdugo y lo huelen los diputados y los secretarios a los que entrevisto.

Pero sobre todo pensé en que no puedo dejar pasar estas cosas, quisiera escribir un montón de palabras en unas líneas sin sentir nada.

Maldigo a la sensibilidad social, al olfato, al papá de El verdugo, al doctor que no lo atendió cuando llego con su mujer parturienta y al dueño de la tlapalería que le vende el activo. Maldigo a la esquina donde se sienta en un sillón que les dio el camión de la basura.

Y a mi misma por la “brillante idea” de hacer historias de personajes de la ciudad y a mi jefe por pedirme esta historia primero, ¡si yo quería hablar con el bolero de la Alvaro Obregón!

Me doy cuenta ahora mismo que ya estoy en mi casa.